lunes, octubre 19, 2009
viernes, octubre 09, 2009
Los viajes sociológicos
Mientras escribo esto, un senador, muy rubio el, habla.
lunes, octubre 05, 2009
Poncho rojo
miércoles, septiembre 02, 2009
Sopita para el invierno
quiero que sepas
cuánto me haces bien,
me haces bien,
me haces bien.
Te quiero de mil modos,
te quiero sobre todo,
me haces bien,
me haces bien,
me haces bien.
Basta ver el reflejo de tus ojos en los míos,
como se lleva el frío,
para entender,
que el corazón no miente,
que afortunadamente,
me haces bien,
me haces bien,
me haces bien.
Jorge Drexler
martes, julio 28, 2009
Belleza americana
Se cree que es mucho, se cree que lo domina.
Entonces otros, antes, inventaron un sistema, uno por el cual se crean riquezas y se reparten.
Entonces unos se compran muchas cosas, otros no tantas, y otros nada.
Los que no tienen manera de saberlo, se compran unos espejitos de colores, en forma de celular. Y los que tienen manera de saberlo también. ¿Por qué no lo van a comprar? Si están ahí. Después de todo que más da.
Y así transita la felicidad de todos, con autos grandes, con heladeras de acero inoxidable, con cosas, cosas y más cosas.
Que bello que es el sistema capitalista.
Scalabrini Ortíz y los sillones.
sábado, julio 04, 2009
El otro país o 5 siglos igual...
He visto al otro país,
descalzo en el arenal
con ojos de cunumí
Preguntándonos por la dignidad.
He visto al otro país
vestido de soledad,
durmiéndose en el anden
sin tener a qué puerta golpear.
He visto al otro país
pidiendo la libertad,
de aquellos que encarceló
sin explicación, tanta impunidad.
Lo he visto jugándose
entero por los demás.
De blancos pañuelos va,
déjenlo pasar, déjenlo pasar.
Lo miré soltar su esperanza al viento
como una pandorga de sol en vuelo.
Lo miré volver del trabajo incierto.
Con el puño alzado lo sigo viendo
Lo miré pelear defendiendo un sueño.
Lo miré en tus ojos, che compañero.
Tan intensamente,
lo sigo viendo, lo sigo viendo
He visto al otro país
en nuestros hijos, mi amor,
en la tremenda ilusión
de creérmelo, de creérmelo.
Me duele debo decir
en la cantora que soy,
en la maestra de ayer
una y otra vez, una y otra vez.
Teresa Parodi
miércoles, junio 17, 2009
Estupidez
Creo que fue al mismo tiempo que empecé a mirar demasiado TN.
lunes, mayo 18, 2009
miércoles, abril 15, 2009
Cerrazones
Rato largo que no me cierran mis trabajos.
Digo yo, ¿no será momento, de hacer lo que verdaderamente quiero?
sábado, abril 04, 2009
miércoles, abril 01, 2009
Del 83
Y los hay buenos cuando viven.
Ayer me di cuenta que, de creer en Dios, debería agradecerle haber vivido esos años. De aire libre finalmente, de Serrat, de Recuerdos de la muerte, de juicios justos. Pero mejor, le agradezco a la vida.
sábado, marzo 21, 2009
Las cosas que pasan.
Existencialismo a lo Sabina
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,
cuando juego mi suerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.
Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.
Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.
Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,
cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.
Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.
Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.
Nube Negra - Joaquín Sabina
A un semejante.
de tanta gente sin piedad,
de tanto ser sin corazón...
Eladia Blázquez
martes, febrero 17, 2009
Galería Güemes
lunes, febrero 02, 2009
De la misteriosa
Verde y celeste
Ya quisiera yo
Ya quisiera yo ser librepensador,
no oír el rugir de tripas de tantos, ni su llanto, ni su dolor,
establecerme correcto, filósofo, neutral, independiente,
manejarme bien con toda la gente.
Ya me gustaría a mí alinearme con los no violentos,
regalar flores, descalzo, arrancadas de algún tiesto,
sin tener que poner la otra mejilla para nadie,
a no ser amenazado por ningún indeseable.
El caso es que me afectan las cotidianas tristezas,
la de los supermercados, la del metro y las aceras,
también las que me quedan lejos,
las de los secos desiertos, las de las verdes selvas.
El caso es que me parecen buena gente,
algunos luchadores del ocaso,
que se parten el pecho por ser escuchados,
que morirán en alguna esquina, tiroteados.
Quisiera ser más listo, pasar de largo,
saberme libre de culpa y limpio de pecado,
y ser alma caritativa, Maria Goretti o santa,
sufrir sólo un poquito, sólo lo que Dios manda.
No entender de política, ni de sus actualidades,
convencerme que es red de araña, nido de alacranes,
y mutilar mi alma y mi esencia de animal social,
saberme superior a tanta frivolidad.
El caso es que me afectan, quizás
demasiado, la tristeza de los suburbios, el drama urbano,
saber que seremos caníbales dentro de poco
y que no habrá carne suficiente para todos.
El caso es que me afecta, quizá más de lo normal,
tener tanto miedo al cruzar mi portal,
ver que arde mi ciudad o que sangra el asfalto.
Quizá debería ver menos el telediario.
Quisiera ser más listo, adoptar bien la pose,
librarme de etiquetas, hasta la de hombre,
y entender que sólo yo me entiendo
y que no me entiende nadie,
ser un buen ciudadano formal y respetable.
Omitir de mis canciones palabras como:
compañero, obrero, justicia, guerrilla, paz, hambre o miedo,
y hablar del amor, de cosas bonitas, de mis recuerdos,
contar alguna anécdota graciosa
de cuando era quinceañero.El caso es que me afectan las cotidianas tristezas,
la de los supermercados, la del
metro y las aceras, también las que me quedan lejos,
las de los secos desiertos, las de las verdes selvas.
El caso es que me parecen buena gente,
algunos luchadores del ocaso,
que se parten el pecho por ser escuchados,
que morirán en alguna esquina, tiroteados.
Ismael Serrano