lunes, diciembre 15, 2008

17 de enero.

Fue fácil, como todo se me hace ahora. Como todo me lo hace. Es fácil sentir, volver a lo que llena el alma.

Mañana de domingo.

Hubo tostadas, y algún que otro intento fallido de película en la tele.
Pero nada es lo mismo cuando no está.

Debo

Debo escuchar otra vez la guitarra del barrio,
y recorrer mi ciudad para reconocerla.
Debo volverme a encantar como supe de niño
y despertar como un dios que alargara la siesta.

Debo leer en el mar la lección de lo inmenso,
y renombrar el color que la vida me enseña.
Debo saber respirar un oxígeno fresco,
y regresar a ese sol que contigo me espera.

Debo aprender que mañana es un mundo habitable,
lleno de instantes, promesas y besos y sueños.
Debo encontrar la semilla del hijo y del padre,
debo bañarme otra vez en el claro deseo,
en el hondo deseo, deseo.

Debo ponerme a brillar con la luna entreabierta,
y recostarme en la paz que humedece tu abrigo.
Debo saberle cantar a una noche tan nueva,
como aquella que una vez estrenaras conmigo.

Silvio Rodriguez