sábado, marzo 21, 2009

Las cosas que pasan.

A pesar de todas "las cosas que pasan", tengo la sensación de que todo está dicho, sensación que que mi razón niega, con todo criterio.
Es quizás porque existe tanta palabra puesta, escrita o hablada. Los discursos, los blogs, los mails, las redes ¿sociales?, los comentarios de las noticias en los diarios, las llamadas a las radios, y siguen las firmas.
Entre toda esa palabra, hay poca lectura, poca escucha. Menos comunicación aún. Tanto anonimato impune, y donde no hay anonimato, ¡que bueno sería que lo hubiera!. Por eso, o está todo dicho o ni sabemos que es lo que se dice. Y a la larga una especie de impotencia: pido, reclamo, pero tan poco llega adonde debe llegar, y si llega, no importa demasiado.
Siento que las cosas que pasan, pasan, y quizás pocas menciones honrosas merezcan ser leídas y escuchadas.

Existencialismo a lo Sabina

Cuando busco el verano en un sueño vacío,
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,
cuando juego mi suerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,
cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

Nube Negra - Joaquín Sabina

A un semejante.

Vení que afuera está el turbión,
de tanta gente sin piedad,
de tanto ser sin corazón...


Eladia Blázquez