martes, julio 28, 2009

Mi luz

A veces me olvido de lo importante. Pero miro unos (sus) ojos grises y me acuerdo.

Belleza americana

Entonces uno transita por acá, por el tiempo.
Se cree que es mucho, se cree que lo domina.
Entonces otros, antes, inventaron un sistema, uno por el cual se crean riquezas y se reparten.
Entonces unos se compran muchas cosas, otros no tantas, y otros nada.
Los que no tienen manera de saberlo, se compran unos espejitos de colores, en forma de celular. Y los que tienen manera de saberlo también. ¿Por qué no lo van a comprar? Si están ahí. Después de todo que más da.
Y así transita la felicidad de todos, con autos grandes, con heladeras de acero inoxidable, con cosas, cosas y más cosas.
Que bello que es el sistema capitalista.

Scalabrini Ortíz y los sillones.

La cosa es más o menos así. Salgo de casa, me tomo el bondi, odio el bondi, amo al subte. O lo amaba cuando no me molestaban tanto sus retrasos. Me pasea por los mismos lugares de siempre. Se pasa algunas luces en rojo, o frena demasiado rápido. Las ventanas van cerradas, hace frio y me repugna respirarme, pero parece que hace frío. Por Scalabrini Ortíz hay muchos, no sé cuantos negocios, comercios cerrados. Me pregunto cuantos serán. Son muchos, eso sí. ¿Cuándo pasó eso? No sé. Un día, varios días. Entonces pienso en Scalabrini Ortíz, y sólo recuerdo el hombre que está solo (este sin acento) y espera. Pero creo recordar que nunca lo leí. Entonces me anoto en la cabeza: leer el hombre que está solo y espera. Leerlo para ver si puedo pensar en por qué los locales de Scalabrini Ortíz están cerrados, el era radical, y después peronista (¿y después peronista? No sé, nunca lo leí.) y entonces habrá alguna clave. Necesito alguna clave. Entonces paso por el local ese, ese al que mandé un mail, que venden sillones. Claro, porque quiero un sillón. Pero, ¿será momento para comprar un sillón?. No sé. para mí hasta ahora nunca fue monento de comprar un sillón. Pero bueno, yo paso, igual el del mail no debe tener mucho que hacer. Digo, por lo de los locales de Scalabrini Ortíz.

sábado, julio 04, 2009

El otro país o 5 siglos igual...

El otro país


He visto al otro país,
descalzo en el arenal
con ojos de cunumí
Preguntándonos por la dignidad.

He visto al otro país
vestido de soledad,
durmiéndose en el anden
sin tener a qué puerta golpear.

He visto al otro país
pidiendo la libertad,
de aquellos que encarceló
sin explicación, tanta impunidad.

Lo he visto jugándose
entero por los demás.
De blancos pañuelos va,
déjenlo pasar, déjenlo pasar.

Lo miré soltar su esperanza al viento
como una pandorga de sol en vuelo.
Lo miré volver del trabajo incierto.
Con el puño alzado lo sigo viendo

Lo miré pelear defendiendo un sueño.
Lo miré en tus ojos, che compañero.
Tan intensamente,
lo sigo viendo, lo sigo viendo

He visto al otro país
en nuestros hijos, mi amor,
en la tremenda ilusión
de creérmelo, de creérmelo.

Me duele debo decir
en la cantora que soy,
en la maestra de ayer
una y otra vez, una y otra vez.


Teresa Parodi