La cosa es más o menos así. Salgo de casa, me tomo el bondi, odio el bondi, amo al subte. O lo amaba cuando no me molestaban tanto sus retrasos. Me pasea por los mismos lugares de siempre. Se pasa algunas luces en rojo, o frena demasiado rápido. Las ventanas van cerradas, hace frio y me repugna respirarme, pero parece que hace frío. Por Scalabrini Ortíz hay muchos, no sé cuantos negocios, comercios cerrados. Me pregunto cuantos serán. Son muchos, eso sí. ¿Cuándo pasó eso? No sé. Un día, varios días. Entonces pienso en Scalabrini Ortíz, y sólo recuerdo el hombre que está solo (este sin acento) y espera. Pero creo recordar que nunca lo leí. Entonces me anoto en la cabeza: leer el hombre que está solo y espera. Leerlo para ver si puedo pensar en por qué los locales de Scalabrini Ortíz están cerrados, el era radical, y después peronista (¿y después peronista? No sé, nunca lo leí.) y entonces habrá alguna clave. Necesito alguna clave. Entonces paso por el local ese, ese al que mandé un mail, que venden sillones. Claro, porque quiero un sillón. Pero, ¿será momento para comprar un sillón?. No sé. para mí hasta ahora nunca fue monento de comprar un sillón. Pero bueno, yo paso, igual el del mail no debe tener mucho que hacer. Digo, por lo de los locales de Scalabrini Ortíz.
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