sábado, octubre 21, 2006

Cantar por mí.

Hay dos cantantes argentinas que me gustan. No sé si son buenas, si saben, a mí me gustan. Son Fabiana Cantilo y Silvina Garré. Y me gustan porque las canciones elegidas o compuestas, en algunos casos, siento, hablan por mi. Paso a ejemplificar.
Fabiana Cantilo canta en, "Donde manda marinero":
"No sé que quiero, pero sé lo que no quiero.
Sé lo que no quiero y no lo puedo evitar...
Puedo seguir escapando pero sigo esperando,
sigo esperando pero estoy cansada de
esperar..."
Esta letra en la voz de Calamaro es una cosa, en la de Fabiana, otra. Muchas veces escucho las dos versiones en forma consecutiva, y... ¡Dicen cosas distintas!.
"Ya fue, yo me bajo de este tren,
chocar contra una pared, ya no me divierte."
Ni hablar (hace muy poco escribí esa frase en una hoja y tomé coraje para marcar un número de teléfono...).
Silvina Garré innundó de voces agudas mi adolescencia tardía. Hablaba por mí a veces. Por ejemplo en "Horas se van"
"Hay días que son definitivos
y el mundo parece cambiar..."
O en "Navidad
"Perdón, aunque no crea en el perdón,
a veces soy tan torpe y tengo tanto miedo,
que tiendo a destruir lo que me salva."
Esto continuará...

No hay comentarios.: