El último viernes fui a cenar afuera. Nos sirvieron en vajilla blanca, copas, y la presentación de la comida en los platos, era bien al estilo Gourmet. Y pensé que el placer de la comida buena se acrecienta cuando la presentación es acorde. Y la presentación acorde se relaciona con el diseño y la vajilla. Pero ese gusto es creado e incorporado, a través de imágenes (de todo tipo), tanto en los medios de comunicación (canales especializados), las revistas en donde se presentan comidas y los bazares donde se compra vajilla. Es por eso que me generan un placer más: no sólo me gusta la comida sino que me gusta y me gratifica la forma.
No recuerdo si en Sociología de la vida cotidiana (Joseph Vincent Marqués, al que nunca pude volver porque nunca reencontré en ninguna librería ni de aquí ni de allá) o en La construcción social de la realidad de Berger y Luckamnn, leí sorprendida la explicación básica de lo social: todos tenemos la necesidad de comer, pero cómo satisfacemos esa necesidad es lo que nos diferencia.
Es probable que todo esto haga a una “globalización” de la forma alimentaria (de aquellos que en el mundo comemos) y de así serlo sería una de las mejores o menos lacerantes, si bien modifica costumbres, gustos, tradiciones que eran propias de nuestro gusto a la hora de comer.
No recuerdo si en Sociología de la vida cotidiana (Joseph Vincent Marqués, al que nunca pude volver porque nunca reencontré en ninguna librería ni de aquí ni de allá) o en La construcción social de la realidad de Berger y Luckamnn, leí sorprendida la explicación básica de lo social: todos tenemos la necesidad de comer, pero cómo satisfacemos esa necesidad es lo que nos diferencia.
Es probable que todo esto haga a una “globalización” de la forma alimentaria (de aquellos que en el mundo comemos) y de así serlo sería una de las mejores o menos lacerantes, si bien modifica costumbres, gustos, tradiciones que eran propias de nuestro gusto a la hora de comer.
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