Es grande mi imposibilidad de escribir acerca de "las cosas que pasan".
Sin poder hacer uso de la jactancia de un diez en "Análisis de la sociedad argentina", paso mis días buscando más bien sobrevivir.
Ya vendrán tiempos en los que se me ocurran cosas mejores que " quizás no exista peor traidor que aquel que permite que, tergiversando mediciones, impide la actualización de los ingresos de aquellos a quienes dice representar" y otras trivialidades casi de cola de colectivo.
Pero ya se sabe que cuando los árboles no dejan ver el bosque, estamos en el horno (o fritos como se decía cuando no se medían tanto los colesteroles). Pero a veces los árboles son muy grandes.
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