
Mondovino resultó ser una mirada increíble sobre la globalización, la pérdida de las identidades culturales y la marginalidad (tema que en los últimos tiempos, por diversos motivos muy raros, estoy observando atentamente) a partir de la industria del vino, por llamarla de alguna manera. Una mirada lateral, en busca de consecuencias y coincidencias que genera la estructura económica actual, tan cruel y devastadora. 

Paradojicamente, hace dos años "alguien" trajo a mi casa un video: Ciudad de Dios. Seguramente, cerrando algún ciclo personal, recién la ví este sábado. Admito que aquel compañero de sábado había elegido muy bien.
Y para más datos, El hijo e Identidad.
Espero, expectante, que me deparará el destino dividístico.
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